Zeus antes de casarse con Hera, estaba casado con la diosa Metis, a la cual se traga viva al escuchar la profecía de que será destronado por su hijo al igual que lo hizo con su padre.
Después de este suceso busca a una nueva esposa, y quien mejor esposa que su propia hermana Hera, inteligente, bella y poderosa al igual que celosa. Es por ello, que la engaña disfrazándose de un ave, el cuclillo.
Para su casamiento fueron invitados todos los dioses, así como todos los animales y hombres. A lo cual, asistieron todos excepto la ninfa Quelona, quién por esta razón fue convertida en tortuga.
Pero Hera no vivió por mucho tiempo con Zeus debido a su continuo maltrato y constantes disputas. Llegándola a colgar un día entre el Cielo y la Tierra con un yunque en cada pie. Uno de sus hijos intentó liberarla pero Zeus le pegó un puntapié que cayó del Cielo a la Tierra.
Además Zeus le era infiel a Hera, provocándole crueles celos y rencores.
Hera no era tampoco una mujer muy virtuosa, a pesar de su belleza ye inteligencia, pues tenía un mal humor constante y también tuvo relaciones amorosas con muchos hombres, además de conspirar para destronar a su marido.
Esta se bañaba todos los años en una fuente que la tornaba virgen, para no levantar sospechas. Tubo muchos hijos de manera simbólica, comiendo lechuga, tocando una flor o extrayendo de la tierra los vapores que acogía en su seno.
Se preocupaba mucho por su belleza porque pretendía ser la más bella del Olimpo. Se dedicaba a presidir los casamientos y los nacimientos.
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