En la mitología griega, reina de los dioses, hija de los titanes Cronos y Rea, hermana y mujer del dios Zeus. Fue una de las hijas que fue engullidas por Cronos, aunque después de ser vomitada no se unió junto a sus hermanos para vengarse de él, sino que se quedó cuidando de Océano y Tetis. Es la diosa del matrimonio y la protectora de las mujeres casadas. Madre de Ares, dios de la guerra, de Hefesto, dios del fuego, de Hebe, diosa de la juventud, y de Ilitía, diosa del alumbramiento. Mujer celosa y perseguidora a menudo de las amantes y de los hijos de Zeus. Nunca perdona los desprecios a los que ha sido sometida y es conocida por su naturaleza vengativa. Indignada con el príncipe troyano Paris por haber preferido a Afrodita, diosa del amor, antes que a ella en un concurso de belleza, es por eso por lo que ayudó a los griegos en la guerra de Troya y no paró hasta que Troya quedó destruida.
Una de las leyendas que afirman los celos de esta es la de Calisto y Arcas.
Calisto era una seguidora de Artemisa y es por ello que hizo voto para permanecer virgen como la diosa Artemisa. Pero Zeus se enamoró de ella y se disfrazó de Apolo para poder atraerla hasta sus brazos. Hera, llena de ira, convirtió a Calisto en una osa como venganza. Más tarde, fruto de la unión de Calisto y Zeus, nació Arcas. Éste estuvo a punto de matar a Hera cuando estaba de cacería. Fue entonces cuando Zeus decidió alzar a ambos al firmamento como las constelaciones de Osa Mayor y Osa Menor.